Detrás del estándar
Racial.
Muchos hemos escuchado
las famosas frases: “Este es un perro con pedigrí”, “Sus ascendientes fueron
campeones”, “Me costó mucho dinero porque tiene todos los estándares raciales
establecidos”. Pero, ¿Realmente los premiados estándares de raza o los
campeonatos estéticos son lo mejor para el mejoramiento de la raza?, ¿En
realidad esos perros son los más aptos para reproducirse?
Durante miles de años
los perros que acompañaron al hombre en su conquista por el mundo, fueron
perros no muy distintos a los lobos o bien a los perros mestizos tan
despreciados hoy en día por la comunidad general. No fue sino hasta la insana y
vanidosa época victoriana donde se comenzó a buscar en los animales de compañía
“perfección” y belleza. Poco después se comenzó a cruzar a los perros con el
fin de hacerlos más bellos, más perfectos, más pequeños o bien más grandes.
Esta manipulación genética dio nacimiento al elitista club británico “Kennel Club”, del cual hoy en casi todos
los países hay una representación o una afiliación.
Pero como siempre el
hombre lleva a todo hasta sus últimas consecuencias y el paso siguiente a
explotar fue la endogamia. Muchas enfermedades han aparecido en los perros en
los últimos 100 años, sobra decir que la cruza entre consanguíneos es
totalmente nocivo para cualquier mamífero, es una situación que entre humanos
además de ilegal es casi impensable, pero que en criaderos y clubes de belleza
canina es una constante diaria. Los estofados genéticos son cosa de todos los
días, se crían perros bajo la premisa, perro bonito y campeón cruzado con perra
bonita y campeona es igual a cachorros hermosos y campeones. Sin mayor fórmula
o preparación que esta tan limitada premisa. Por supuesto los efectos de cruzar
congéneres salen a la luz en la salud de los perros. La terrible y dolorosa
siringomielia mayormente en los perros Cavalier King Charles Spaniel, la
epilepsia muy común en todas las razas, la displasia de cadera en perros de
talla grande, el hipotiroidismo congénito, problemas cardíacos, entre otras
dolorosas enfermedades todas ellas transmitidas de generación en generación y
sin ninguna regulación. Cada raza tiene sus propios problemas de salud, unos
menores pero otros no, labradores con sus problemas articulares y oculares, los
Springer Spaniel y sus insuficiencias enzimáticas, las brutales alergias de los
West Higland White terrier, son un indicativo de que sin duda algo no está
saliendo bien, hoy en día se conocen 500 enfermedades genéticas en los perros,
y con una alta tasa de afectación. Es increíble como en muchos países es penado
incluso con la cárcel el maltrato a un perro, pero la cría irresponsable de
ellos no tiene mayor regulación. Se puede aceptar y sin conceder que muchos de
estos problemas fueron sin intención, pero que pasa cuando en algunas razas, el
problema congéinto o la deformación física es exigido como un estándar
obligatorio para la exposición en un concurso de belleza. ¿Increíble verdad? pues
sí, tomemos el caso de los Rodhesianos Ridgeback, manipulados desde hace años,
algunos de ellos tienen una cresta en la espalda que es prácticamente inútil, y
que es muy propensa a presentar problemas dorsales como la espina bífida con
todas las implicaciones de salud que puede tener. Sin embrago el estándar
racial del “Kennel Club”, la exige como un requisito indispensable y un rasgo
básico de esta raza. Afortunadamente la mayoría nace sin esta cresta, por lo
que para algunos criadores y veterinarios irresponsables y criminales es
necesario poner a dormir a aquellos individuos que no cumplan con las normas
estéticas requeridas. Es decir, matar a los individuos sanos para dejar solo
individuos “perfectos”. El libro de estándar racial del “Kennnel Club” así lo
sugiere. Increíblemente en el cotizado evento “Crufts el perro del año” han
sido en ocasiones galardonados perros con problemas de salud gravísimos.
La selección natural ha
sido devastada por el hombre, y los efectos de este cóctel genético los observamos
todos los días. Es necesario regular estas actividades, detener el uso
indiscriminado de la endogamia en criaderos y promover más eventos caninos que
tengan que ver con deporte, obediencia, espectáculo, agility, etc. Solo las
hembras están capacitadas para decidir que macho dentro de una manada es el
campeón, el más apto, el genéticamente más idóneo, los humanos de eso no
sabemos nada o muy poco.
En lo personal no estoy
a favor de los eventos estéticos o en los estándares raciales, no me gusta
tampoco la forma en la que muchos criaderos manejan a los animales y a sus crías
otros si me parecen muy buenos y serios. No estoy en desacuerdo con la cruza de
animales siempre y cuando sean animales sanos y que no sean parientes y no sean
tratados como objetos comerciales, y estoy a favor de la visión de que el perro
es un ser inmejorable, dotados de muchas virtudes y ningún defecto como lo es
la naturaleza en si. Esas virtudes las poseen todos los perros del planeta.
Rodrigo Salazar T.
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